sábado, 7 de mayo de 2022

Tiempo de podar.

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva. 
Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más 
(Juan 15:1-2 DHH) 
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Podar 
Del lat. putāre. 
1. Cortar o quitar las ramas superfluas de los árboles, vides y otras plantas para que después se desarrollen con más vigor. 
2. Eliminar de algo ciertas partes o aspectos por considerarlos innecesarios o negativos.
Mi amigo P. peleaba con su padre porque este podaba los árboles, una pequeña parra, algún ciruelo o las rosas. 
Lo he recordado porque ha llegado el tiempo de la poda en el hemisferio sur. 
Las plantas necesitan cariño y cuidado, no solo agua y sol, además una mano que las limpie de plagas, las desbroce, en especial las rosas que son delicadas y la corre-vuela amenaza con ahogarlas. 

El Señor hizo esa analogía comparándose con una vid; una planta a la que el Padre le quitará todo sarmiento improductivo para que se revitalice y dé mucho fruto.


La persona que cultiva sabe con exactitud el tiempo y la forma de cuidar la naturaleza; somos administradores de la Gracia de Dios hasta en esos sencillo detalles. Admiro profundamente las personas que se dedican a la siembra y nos bendicen con el precioso fruto de la tierra. 
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La noticia del día:
Aun con un alza en el valor de las construcciones, se siguen levantando edificios en Santiago, Chile. (Foto editora)








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