y te daré descanso- respondió el Señor.
Éxodo 33:14
Mi amiga F. me comenta que ya necesita un descanso.
Largo viaje para llegar al trabajo, el Metro donde no cabe un alfiler, temor de contagio y un jefe estresado se conjugan para cansarla más de lo normal.
Largo viaje para llegar al trabajo, el Metro donde no cabe un alfiler, temor de contagio y un jefe estresado se conjugan para cansarla más de lo normal.
La ciudad no ayuda mucho al descanso.
Aparte de los largos viajes, la contaminación acústica y la agresividad de los transeúntes se suma la prisa por llegar, no sé por qué hay tanto apuro si todo mundo llega atrasado dónde sea.
El descanso está esquivo; la presión del medio no coopera.
¿Qué hacer?
La decisión de trabajar seis días y uno de descanso no es un capricho del Altísimo. Es un ordenamiento sanitario.
Conozco personas que trabajan de lunes a lunes. De pronto viene el colapso nervioso, el cuerpo entra en crisis y de ahí directo a la cama con el estrés por las nubes.
Estar constantemente ocupado no significa que somos más productivos, creativos o felices.
No te preocupes tanto, descansa, ten un tiempo de ocio, busca momentos de gozo aun en medio de la ciudad y todo su ruido.
"Cuando llegó el séptimo día, Dios ya había terminado su obra de la creación y descansó de toda su labor."
Génesis 2:2
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Dígalo en latín:
" omne quod movetur ab alio movetur. "Todo lo que se mueve, es movido por otro.
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