miércoles, 3 de agosto de 2022

Dios te cuida.

¡El Señor mismo te cuida! 
El Señor está a tu lado como tu sombra protectora. 
El sol no te hará daño durante el día, ni la luna durante la noche. 
El Señor te libra de todo mal y cuida tu vida. 
El Señor te protege al entrar y al salir, ahora y para siempre. 
Salmos 121:6-8 NTV
*
Cuidar 
Del ant. coidar, y este del lat. cogitāre 'pensar'. 

1. tr. Poner diligencia, atención y solicitud en la ejecución de algo. 
2. tr. Asistir, guardar, conservar. 
4. Mirar por la propia salud...
5. Vivir con advertencia respecto de algo. 
*
Generosidad en la ingesta de agua. 
Zumos de fruta en abundancia. 
Comidas de verduras. 
Ropa ligera. 
Exponerse al sol con cautela. 
Sombrero, sombrilla, bloqueador solar. 
Todo eso y mucho más ella lo ha cumplido fielmente. 

Su piel blanca, su pelo claro, su mirada ¡ah! - ¿cómo no fijarse en esa maravilla fuera de lo común?-, un ojo verde y el otro amarillo, todo el conjunto la fragiliza frente a la ola de calor. 


Me siento a esperar en el Hospital, área dermatológica, junto a un número considerable de pacientes.
Frente a mí la rubia de ojos extraordinarios. 
Conoce todos los vericuetos del Hospital, la línea blanca, la roja, la verde que conduce a diversos departamentos; conoce al dedillo las enfermeras, los doctores, los visitadores médicos. 
-Han experimentado en mi piel, cuenta, como con un conejillo. Y todavía no saben cuál es mi mal. Todas las semanas me controlo para que este mal no avance. Personalmente he llegado a la conclusión que el sol no es mi amigo. Hace un guiño a modo de sonrisa y se descubre el brazo repleto de manchas rojas y unas redondas cicatrices como quemaduras de cigarro. 
No hay vergüenza en aquel lugar. 
Todos somos pacientes sometidos a la esperanza de la sanidad completa, comprometidos con el futuro cuando la última cita se cumpla y el especialista nos felicite extendiendo el “carnet de alta”. 

Al momento de la despedida me lanza una recomendación: no te expongas al sol y al calor, vive lo más sano que puedas, bebe harta agua y alégrate que solo es una alergia temporal. 
Dios te cuida, la animo.  Confía en el poder y la misericordia de Dios.
-Que así sea, me responde con una sonrisa tan luminosa como sus ojos.

Dios te cuida, nadie es más eficaz en guardar tu vida. 
*

Y una bella canción.







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