domingo, 14 de enero de 2024

Enriquece tu vida.

Cuando recojas la cosecha de tu campo y olvides una gavilla, no vuelvas por ella. 
Déjala para el extranjero, el huérfano y la viuda. 
Así el Señor tu Dios bendecirá todo el trabajo de tus manos.
Cuando sacudas tus olivos, no rebusques en las ramas; las aceitunas que queden, déjalas para el extranjero, el huérfano y la viuda. 
Cuando coseches las uvas de tu viña, no repases las ramas; los racimos que queden, déjalos para el extranjero, el huérfano y la viuda.
Deuteronomio 24:19-21 NVI
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Tal vez no tengas un campo, una viña o siembras de olivos. 
El modelo de dadivosidad es el mismo. 
La persona que da será prosperada en su alma, "Dios ama al dador alegre".
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Audiolectura hoy:
Deuteronomio 23-25

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