Déjala para el extranjero, el huérfano y la viuda.
Así el Señor tu Dios bendecirá todo el trabajo de tus manos.
Cuando sacudas tus olivos, no rebusques en las ramas; las aceitunas que queden, déjalas para el extranjero, el huérfano y la viuda.
Cuando coseches las uvas de tu viña, no repases las ramas; los racimos que queden, déjalos para el extranjero, el huérfano y la viuda.
Deuteronomio 24:19-21 NVI
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Tal vez no tengas un campo, una viña o siembras de olivos.
El modelo de dadivosidad es el mismo.
La persona que da será prosperada en su alma, "Dios ama al dador alegre".
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Audiolectura hoy:
Deuteronomio 23-25
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