domingo, 8 de junio de 2025

Ver lo invisible.


Por tanto, 
no nos desanimamos.
Al contrario, 
aunque por fuera 
nos vamos desgastando, 
por dentro 
nos vamos renovando 
día tras día. 
Pues los sufrimientos ligeros
y efímeros 
que ahora padecemos 
producen una gloria eterna 
que vale muchísimo más 
que todo sufrimiento. 
Así que 
no nos fijamos en lo visible, 
sino en lo invisible, 
ya que lo que se ve 
es pasajero,
mientras que lo que no se
ve es eterno.

2 Corintios 4:16-18

*
Audiolectura de hoy 

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