Si alguno de ustedes sufre, que no sea por ser asesino, ladrón o bandido, ni por meterse en asuntos ajenos.
Si alguno sufre por ser cristiano, no debe sentir vergüenza, sino darle gracias a Dios por ser cristiano.
1 Pedro 4:15-16 TLA
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Hay una distancia sideral entre un dolor y otro.
Aunque todo duele uno se mitigará y el otro crecerá.
La diferencia está en la inocencia/culpa.
La cuestión judicial es compleja, muchas veces se sentencia al inocente, vea el caso de Cristo que, por unos testigos mentirosos (Mateo 26:60), fue condenado en un juicio exprés y absuelto el culpable.
Y ha vuelto a suceder en otras muchas ocasiones.
Lee la historia del cristianismo y observa cómo se desarrolla esta pugna.
¿Quién -en última instancia- define la culpabilidad o la inocencia?
Sin duda la propia persona, claro está, y Dios que pesa los corazones y " ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas."
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Lectura de hoy
Audiobiblia, cap. 4