Así como observamos las hormigas podemos mirar al hombre perverso.
Vive como si no hubiera una ley en el país. Mentiroso, engañador, orgulloso; emplea todo tipo de artimañas ingeniosas y maniobras convincentes.
Siempre tiene un plan para causar problemas y sembrar contiendas por donde va.
Observa cuando la calamidad toque a su puerta, de repente y sin previo aviso se desmoronará roto en pedazos, hecho añicos, sin esperanza de recuperación.
Proverbios 6:12-15
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