Invertir dinero, tiempo y esperanzas
en alguien que no quiere aprender
es una pérdida total.
Proverbios 17:16 (paráfrasis)
A todos se nos ha dotado con un C.I, en unos más alto, otros menos; tenemos una amplia capacidad de aprendizaje que nos instala en el mundo para realizar las más peregrinas tareas de la vida (¿quién se imaginaría que se puede escribir un libro de “no hacer nada”?, parece una contradicción).
Mi madre era un as para el estudio; abuela no quiso que aprendiera mucho porque sería “solo para escribirle cartas a los hombres”. Autodidacta, emprendedora, las ganas de superarse movían sus intereses. Al revés, abuela deseaba que su hijo estudiara, pero el tío Enrique era lento en el aprendizaje, apocado, mimado de la madre y bueno para evadir clases en paseos al río. La dinámica del tío ser obedecer las órdenes de mamá, cuestión que los unió para ser socios y buenos amigos, aparte de hermanos.
Me gusta que las personas lean la Palabra de Dios, pero si no se motivan en estos días la alternativa es escucharla, bendición que no disfrutaron nuestros antepasados. Solo necesitamos las ganas iniciales; el Espíritu Santo tomará ese pequeño interés y lo proyectará dentro de nosotros,
“Es Dios mismo quien realiza en ustedes el querer y el hacer, más allá de la buena disposición que tengan. ” Filipenses 2:13
El primer paso del aprendizaje personal nos iniciará en un camino amable y benéfico; la revelación de la Palabra nos dará felicidad por el solo hecho de saber que Dios está siempre presente. Y eso es todo lo que un ser humano necesita.
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Para ampliar el tema: Aprender a aprender.
https://unapalabraparavivir.blogspot.com/2020/10/5-ideas-basicas-para-aprender-aprender.html***
Para oír el evangelio de Mateo en lenguaje sencillo:
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