Del lat. indulgentia.
Diccionario DLE,
1. f. Facilidad en perdonar o disimular las culpas o en conceder gracias.
2. f. Remisión ante Dios de la pena temporal correspondiente a los pecados ya perdonados, que se obtiene por mediación de la Iglesia.
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Hay un dicho: “la gota que rebalsó el vaso”.
Se produce en aquel día cuando Johann Tetzel vocea su promesa:
-«Tan pronto caiga la moneda a la cajuela, el alma del difunto al cielo vuela.»
¿Qué era una indulgencia en los años del mil quinientos?
“Según el catolicismo de la época, todo pecado tiene un castigo.
Sin embargo, estos pecados pueden ser perdonados gracias a la confesión con el sacerdote.
Si la persona muere sin haber sido perdonados los pecados, tendrá que pagarlos en el Purgatorio para poder ir al Cielo. Una de las formas de pagar era mediante las indulgencias.
Estas han existido desde que existe la religión, pero durante el bajo medievo cambió. Los fieles con familiares fallecidos comenzaron a pagar dinero por estas indulgencias para ayudar a sus seres queridos a salir lo antes posible del Purgatorio y alcanzar una mejor vida.
Posteriormente, las indulgencias también comenzaron a ser utilizadas para saltarse algunas normas…”
Fuente
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Aquella sociedad había aceptado con cierta resignación el pago de un servicio que siempre debió ser gratuito.
La deuda la canceló en toda su dimensión el Señor Jesucristo ¿cómo llegó a cobrarse por ella?
Muchas prácticas se van desvirtuando con el tiempo, incluso aquello sagrado puede convertirse en una carga para el creyente.
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Espigo algunas de las tesis de Lutero.
27. Mera doctrina humana predican aquellos que aseveran que tan pronto suena la moneda que se echa en la caja, el alma sale volando.
28. Cierto es que, cuando al tintinear, la moneda cae en la caja, el lucro y la avaricia pueden ir en aumento, más la intercesión de la Iglesia depende sólo de la voluntad de Dios.
30. Nadie está seguro de la sinceridad de su propia contrición y mucho menos de que haya obtenido la remisión plenaria.
32. Serán eternamente condenados junto con sus maestros, aquellos que crean estar seguros de su salvación mediante una carta de indulgencias.
33. Hemos de cuidarnos mucho de aquellos que afirman que las indulgencias del Papa son el inestimable don divino por el cual el hombre es reconciliado con Dios.
34. Pues aquellas gracias de perdón sólo se refieren a las penas de la satisfacción sacramental, las cuales han sido establecidas por los hombres.
36. Cualquier cristiano verdaderamente arrepentido tiene derecho a la remisión plenaria de pena y culpa, aun sin carta de indulgencias.
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