«¿Qué hará una mujer que, con mucho cuidado, ha guardado diez monedas, y de pronto se da cuenta de que ha perdido una de ellas?
De inmediato prenderá las luces y se pondrá a barrer la casa, y buscará en todos los rincones, hasta encontrarla.
Y cuando la encuentre, invitará a sus amigas y vecinas y les dirá:
“¡Vengan a mi casa y alégrense conmigo!
¡Ya encontré la moneda que había perdido!”
»De la misma manera, los ángeles de Dios hacen fiesta cuando alguien se vuelve a Dios.»
(Lucas 15:7-8 TLA)
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Fiesta
Del lat. festa, pl. de festum.
1. f. Día en que, por disposición legal, no se trabaja.
4. f. Acto o conjunto de actos organizados para la diversión o disfrute de una colectividad.
5. f. Reunión de gente para celebrar algo o divertirse.
6. f. Diversión o regocijo.
(Diccionario de la Lengua Española, DLE)
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Nuestros antepasados evangélicos evadían las fiestas –en especial las laborales-, sinónimo de tentaciones varias, desastres económicos y dolores de cabeza familiares; tal vez por ese ascetismo heredado de los monjes católico-romanos.
Solo se observaba la Navidad, algún cumpleaños y las Fiestas Patrias evitando el alcohol en todos sus tonos y formas.
No faltaba el hermano que se “descarriaba” por unas semanas y en octubre regresaba con cierta vergüenza pero dispuesto a enmendarse. Después de varios intentos y bastante ayuda en consejería, lograba tomar su vida devota con fidelidad, cuestión que alegraba a toda la Comunidad.
La historia del Señor Jesús nos ofrece una conclusión de regocijo y celebración por una persona que regresa a la fe, al amor de Dios y a la hermandad de Iglesia.
Las nuevas generaciones no le temen a las fiestas.
Por el contrario, celebran cenas familiares, cumpleaños y festividades sociales sin timidez o culpa y sin los temidos excesos que limitaban a nuestros padres.
El reino de Dios está en la celebración de su Hijo, en la gratitud y la amenidad de compartir.
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La noticia del día:
Los surfistas de remo recorren el tranquilo mar Báltico en Timmendorfer Strand, en el norte de Alemania, mientras sale el sol en una fría mañana de abril 2022. (Fotografía de: