El Señor le dijo a Josué: «A partir de hoy, empezaré a convertirte en un gran líder a los ojos de todos los israelitas.
Sabrán que yo estoy contigo, tal como estuve con Moisés.
Josué 3:7 NTV
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Y llegó el gran día.
Día esperado y soñado durante cuarenta años.
Cambios radicales en el estilo de vida de toda la nación; atrás queda el desierto, el maná, la escasez de agua, el frío de las noches, los hábitos ¡ah, cuánto cuesta cambiar los hábitos!
Pero la vida es cambio, aunque a veces incomode, lo que jamás cambia y sostiene el espíritu humano es el amor y poder de Dios para preservar su pueblo. ¿No lo has observado a lo largo del tiempo?
El apóstol Pablo lo describe tan bien: "Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado! (2 Corintios 5:17)
La vida nunca se detiene, el presente evoluciona y nosotros adquirimos un bagaje de experiencias que van moldeando el carácter de tal forma que, frente a nuevos desafíos, podamos reaccionar de la mejor manera.
Los libros anteriores nos muestran de manera vívida cuánto respeto y devoción podemos desarrollar a través del tiempo y llegar a nuestro destino con expectativas de futuro.
¡Ánimo!, todavía hay bellos días para disfrutar.
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