son como aleteo de gorriones inquietos
y golondrinas que emigran;
no podrán hacerte daño.
Proverbios 26:2 (paráfrasis)
Hay un dicho “no somos monedita de oro para caerle bien a todos”; pocas personas podrían decir que no han tenido algún enemigo, alguien que les deseó mal o causen envidia por lo que son, aun sin proponérselo.
El miedo es parte de la existencia.
Temer a las palabras, al “mal de ojo” o a los insultos sin causa es algo con lo que tenemos que aprender a vivir y a superar como si fueran aves errantes que inquietas vuelan sobre nuestro aire.
Pequeñas avecillas sin efecto real en su revoloteo.
Hay palabras que se lanzan cuando hacemos lo correcto, cuando no estamos de acuerdo con actitudes malsanas; hay palabras que sobrevuelan con mala intención por prejuicios ancestrales contra los creyentes.
Las malas intenciones o las palabras ofensivas son inevitables; no tendrán efecto si las dejamos pasar, si respondemos con paz.
La Gracia de Dios puede cambiar el corazón.
¿Dejó David su fe por la maldición de Simei?
¿O Jeremías por la maldición de sus perseguidores?
¿Los cuarenta que se juramentaron contra el apóstol Pablo tuvieron éxito?
No tengas temor, no dejes que aniden en tu mente las malas palabras.
El Guardián de tu alma te librará hasta el día de Jesucristo.
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Bebida sugerida: Mate, infusión tibia en invierno y helada en verano. Distintas formas de prepararlo, todas deliciosas. Un video ilustrativo.