para concentrarse en sus deseos,
sin considerar a los demás.
El desprecio por el mundo
le impide recibir consejo.
Proverbios 18:1 (paráfrasis)
En el Nuevo Testamento la frase “unos a otros” se repite de manera frecuente
No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros.
No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros,
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Someteos unos a otros en el temor de Dios.
Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros;
Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.
A la Iglesia se le llama el cuerpo de Cristo.
También se la compara a un edificio.
Una familia.
Son imágenes de comunidad, de sociabilidad, compañerismo, amistad.
En la historia del mundo existieron los eremitas o ascetas que buscaban la santidad a través de la soledad y apartase del mundo corrupto. Sin embargo la oración del Señor por su Iglesia antes de morir fue “no ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal”.
Concuerdo con retiros espirituales por tiempos determinados. Hasta “un año sabático” es aceptable para la búsqueda de propósito. Sin embargo volverse un misántropo y despreciar a sus semejantes por “pecadores”, “corruptos” o lo que sea para no contaminarse, va contra lo que enseñó el Señor Jesucristo, de quien se dijo: "Cuando algunos maestros de la Ley, que eran fariseos, vieron a Jesús comiendo con toda esa gente, les preguntaron a los discípulos: —¿Por qué su maestro come con cobradores de impuestos y con gente de mala fama?" (Marcos 2:16)
Fuimos creados como seres sociales; cultivamos relaciones de afecto, vecindad, soporte. “No es bueno que el ser humano esté solo” declaró el Creador cuando vio a Adán en el Edén.
Aun los científicos que se sumergen en largas y concentradas investigaciones, necesitan la compañía de personas afines, darse un tiempo de refrigerio, alimentar el espíritu con las opiniones de otros, tener amigos.
Ruego a Dios que tu vida en sociedad sea óptima.
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Una persona recibe la primera dosis de la vacuna Sinovac en un centro de salud en Santiago (Chile). EFE/ Alberto Valdés